A pesar de que no hay actividad en pista durante este 2020, en el taller de Paulo Sabelli los trabajos fueron intensos, mientras las restricciones de la cuarentena lo permitieron.

Su unidad se encontraba lista y probada ya que la primera fecha del torneo se dio de baja un par de días antes de que se pusiera en macha, por ello todo estaba en condiciones para esta presente en la prueba de San Cayetano de aquel lejano 15 de marzo.

En este largo receso se trabajó en la construcción de dos unidades, ambas para la clase B de Mar y Sierras, las cuales están muy avanzadas, “Estamos terminando el auto de Leo Rucci que estaba por la mitad y le pudimos dar una envión. Además, comenzamos la construcción de otro auto para Ignacio Codagnone que es de Chaves, aprovechamos este momento para poder hacerlo y de paso ir cambiando algunas cosas que podíamos ir mejorando. Él nos trajo toda la parte de los materiales y eso nos facilitó las cosas y nos ayudó avanzar”, manifestó Paulo.

En cuanto a lo suyo las expectativas para este año eran muy buenas ya que durante el 2019 había encontrado un gran rendimiento que lo llevaron a estar dentro de los protagonistas importantes en varias competencias, destacándose en clasificaciones y siendo candidato los domingos.