No fue para nada fácil el fin de semana para el piloto de La Madrid que tuvo que trabajar hasta último momento para estar presente en San Cayetano, tal es así que llegó al escenario para correr directamente la serie, “Tres veces  nos cambió el panorama para este fin de semana ya que se fue retrasando la entrega del motor porque las válvulas llegaron mal dos veces, los chicos de Damelio trabajaron muchísimo para poder entregármelo y pueda ir a correr. El motor se terminó de banquear el sábado la noche. Luego viajamos hasta La Madrid se trabajo toda la noche y cuando estábamos poniendo el burro se nos quebró un tornillo y gracias a que Hugo Baños, que nos prestó uno burro,  pudimos salir para la carrera 9:30 y llegue para correr la serie en San Cayetano”, relató el piloto de La Madrid.

 La actividad en pista fue muy corta, corrió la serie y cuando se disputaba la primera mitad de la final de titulares sufrió el despiste, “Cuando entré al curvon el pedal de frenos se me va al fondo y trato de meter segunda y doblar y cuando salgo acelerando para tirar el auto a la parte interna de la pista, se trabó el acelerador  y agarró para donde quiso el auto y llegó hasta el alambrado. Cuando veo que se descontrola y piso la arada quedaron las ruedas “locas” porque se barrió al estría de la cremallera y no tenía forma de controlarlo. Fue un susto muy grande, acosté el alambre y pase para el otro lado. Por suerte está todo bien, pude comunicarme con el padre del nene que estaba adentro de la carpa y estaban todo bien y eso es lo más importante”, detalló.

La parte positiva es el rendimiento del motor, que mejoró notoriamente con respecto a lo que tenía, “El motor cambio mucho, acelera mucho más  y todavía quedan cosas por seguir mejorando, pero en lo poco que pude girar me gustó como funcionó. El chasis siguió igual, habíamos trabajado en los frenos pero el problema sigue, por eso para la carrera que viene sacaremos la masa entera con discos y llevaremos a rectificar y ordenar todo”, aseguró Guillermo.