Es un triunfo valioso el que se llevó Romeo de Fernández, posee el auto más pesado de la categoría, en cuanto al lastre por performance, y de todas maneras hizo una gran clasificación y volvió a imponerse en la primera final, “Teníamos un auto bárbaro, tanto en la clasificación como en la primera final, no esperábamos encontrarnos con un auto así por los kilos que veníamos sumando, pero nos cayeron muy bien el circuito. En la primer final corrimos tranquilo porque teníamos un ritmo bárbaro, en algunas partes del circuito hacíamos un luz y en otras se me venían por eso trataba de mantener esa diferencia de correr tranquilo para no forzar las maniobras y tratar de mantener la punta sin correr riesgos”, explicó el líder del torneo.
En la segunda final el objetivo era llegar y seguir sumando, objetivo que pudo lograr pese a los inconvenientes que se plantearon, “En la segunda final se nos rompió el reloj de temperatura y largamos creyendo que estaba helado y resulta que estaba hirviendo el agua y tuvimos que levantar el ritmo y correr con temperatura, pero queríamos llegar y sumar y lo conseguimos”, aseveró.