16 de septiembre de 2014
"Mi primer rival soy yo mismo"
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El Chevrolet del piloto de Huanguelén
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El piloto de Huanguélen es uno de los 12 pilotos que irá en busca del campeonato del TC Pista, no será sencillo pero cuenta con un buen Chevrolet con el cual intentará llegar al triunfo.

Emmanuel Pérez Bravo es uno de los 12 peregrinos que carrera tras carrera aprende de los tropiezos y aciertos para llegar al objetivo que todos quieren alcanzar, la gloria de estar en lo más alto en una categoría más que competitiva y pareja. El “Tiki” se metió en la Copa tras una Etapa Regular que lo tuvo en cuatro competencias entre los diez primeros, con dos opciones claras de subir al podio en Termas y Posadas, en otras cuatro se metió entre los 15, mientras que las tres restantes no pudo redondear los mejores resultados, aún así el secreto fue sumar y ver siempre la bandera a cuadros, lo que le permitió clasificarse 11º buscando la primera victoria en cinco carreras en las que sabe puede pasar de todo.

“La clave para clasificar fue llegar en todas las carreras, dimos todas las vueltas que propuso la categoría, sin parar jamás, ni entrar en roses, ahora hay que poner todo, son 5 carreras y nada está definido, por eso creo que hay que correr con la cabeza, sabiendo en qué momento arriesgar y cuándo sumar”, analizó el de Huanguelén.

Sin embargo, pese a saber cómo se debe correr, estar concentrado y tener la mente puesta en el objetivo, Emmanuel sabe que cuenta con una desventaja, un adversario, que más de una vez le puede jugar en contra, pero su ventaja es que lo conoce mejor que nadie y sabe por dónde atacarlo, porque como él afirma en una autocrítica “el primer rival que tengo que vencer, es a mí mismo y a la ansiedad de ganar en la categoría. Hay que sumar confianza de pelear adelante”.

Y esa confianza y la posibilidad de dar pelea no la consigue solo, porque como detrás de todo piloto, Pérez Bravo cuenta con el respaldo de un equipo como el Laboritto Jrs., el cual carrera tras carrera le entrega una Chevy competitiva que le da la tranquilidad de poder asegurar que “puedo ser campeón porque tengo un gran equipo, un auto confiable y la capacidad para salir campeón. La verdad que en el TC Pista el nivel es cada vez mayor, y las exigencias también. Disfruto mucho de estar entre los 12 con este nivel y este equipo”.

Las cartas están echadas sobre la mesa, se vienen cinco batallas en las que dejarlo todo no alcanza. La pista hoy es igual que en el fútbol los goles no se merecen, se hacen. Sumar a lo grande es lo único que importa si se quiere ser el mejor, los candidatos están y son más que aptos para ir por ello, está todo dicho y es la hora de la definición.

Rafael Hernández. Desarrollo Web